¿Bonitas con negocio?
Kelia y Rebeca dos amigas que les gusta la decoración, lo hacían notablemente en sus casas independientemente, claro ellas no se conocían, al ver que lo hacían muy bien les motivaba a que ofrecieran su servicios de decoración como empresarias, pero había una desconfianza en sus mentes de que sus productos no aceptara el mercado, un día le pedí a Kelia que me acompañe a la casa de Rebeca, sin comunicarle de la decoración y que me diera su opinión sobre la misma, lo que dijo inmediatamente fue: “qué bonito esto, es profesional”. Lo mismo hice con Rebeca en la casa de Kelia y lo que escuche al pedir su opinión fue: “esto es único, la gente pagaría por esto”, pues como fue natural les presente y les hice conocer lo que opina una de la otra, esto les dio mayor confianza, la recomendación fue que se unieran para empezar en el negocio, el propósito era sumar fuerzas y dedicarse a lo que mejor sabia hacer cada una.
Su primer negocio fue hacer la decoración de una ONG y al poco tiempo les invitaban para decorar instituciones. Al estar más confiadas y con más experiencia y más clientes, prepararon una página web para promocionar lo que ya hicieron y hoy siguen atendiendo a sus clientes desde sus casas a través de esta ventana web. La claves es que por cada trabajo han separado sus funciones de cada una, aprendieron a delegarse la responsabilidad sin temores.
“Recuerda no puedes fallar, debes cumplir con los tiempos acordados, porque quien te contrata y queda satisfecho te recomienda con más de lo que puedas imaginar”. Es lo que siempre solemos recordar a los emprendedores y en poco tiempo experimentan, como los que antes no podían pagar por su servicio, hacen un esfuerzo y pronto les vuelven a llamar.
Una mujer bonita es la que se proyecta a tener su empresa propia.
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